martes, 24 de marzo de 2015

SOMOS ESPEJOS: LA PROYECCIÓN PSICOLÓGICA

SOMOS ESPEJOS: LA PROYECCIÓN PSICOLÓGICA

Lo que vemos en los demás nos dice mucho de nosotros mismos. El exterior actúa como un espejo para nuestra mente, en él vemos reflejadas diferentes cualidades o aspectos de nuestro propio ser. Cuando observamos algo que no nos gusta de alguien, sentimos desagrado y rechazo, sin duda esto indica que de alguna manera ese aspecto que nos desagrada existe en nuestro interior. Es nuestro inconsciente, ayudado por la proyección psicológica, lo que nos hace pensar que el defecto sólo existe “ahí fuera”, en esa otra persona.
La proyección psicológica es un mecanismo de defensa mental mediante el cual una persona atribuye a otros: sentimientos, pensamientos o impulsos propios que niega o le resultan inaceptables para sí misma. Este mecanismo se pone en marcha en situaciones de conflicto emocional o cuando nos sentimos amenazados interna o externamente.
Cuando nuestra mente entiende que existe una amenaza para la propia salud y estabilidad mental, ésta realiza un lanzamiento hacia el exterior de todas esas cualidades, atribuyéndoselas a un objeto o sujeto externo a nosotros mismos. De esta manera, nuestra mente logra aparentemente (aunque no en realidad, ya que más bien se trata de un autoengaño) poner estos contenidos amenazantes afuera. Estas proyecciones son válidas tanto para características negativas (odio, rencor, envidia…) como para positivas (admiración, idealización, cariño…) El mundo interno tiende a teñir el mundo externo con sus propias características. Este tipo de mecanismo psicológico tiene un papel especialmente interesante en el amor, cuando solemos atribuir a la persona amada determinadas características que sólo existen en nuestra personalidad.
A modo de ejemplo, se puede decir que cuando piensas en otra persona, te caiga bien o te caiga mal, experimentas una sensación interior sólo por el hecho de pensar en esa persona. Esto significa que estás experimentando un sentimiento incluso en su ausencia. Lo que importa en cualquier relación es lo que sucede en tu mente, pues es ahí donde existen las relaciones. Recuerda que una relación es algo que no existe físicamente. Se trata de algo creado por las mentes. Las relaciones no existen, sino que existen las personas que se relacionan. Por todo esto, resulta muy poco útil trabajar sobre las relaciones en sí, y mucho más efectivo centrarse en la manera que uno tiene de relacionarse.
A menudo pensamos que “conocemos” a otras personas cuando en verdad lo que estamos haciendo es proyectar sobre ellas nuestra propia realidad. Incluso cuando estamos en presencia de dichas personas, la proyección nos parece más veraz, cuando simplemente lo que está pasando es que superponemos nuestra visión proyectada de la persona sobre su imagen física captada por nuestros sentidos.



Lo importante es DARSE CUENTA de que aquello que proyectamos en los demás es verdaderamente algo que habla (más de lo que queremos admitir) sobre nosotros mismos. Observar dice más sobre el observador que sobre lo que se observa. Darnos cuenta de esto, ponerle consciencia a este mecanismo mental nos permite recuperar el control sobre lo que está sucediendo para poder hacernos cargo y trabajar aquellos aspectos de nosotros de los que no deseamos hacernos responsables, aspectos que no admitimos como propios y que están jugando en nuestra contra.
Gran parte del trabajo que se realiza en el desarrollo personal consiste en librarse de estas proyecciones estableciendo una frontera definida entre la descripción que hacemos de lo que sucede y lo que sucede realmente.
Y es que casi constantemente INTERPRETAMOS todo lo que está teniendo lugar y lo tomamos por cierto, creyéndolo y creando nuestra propia interpretación de las cosas y viviendo de acuerdo a ella, distorsionando de esta manera los hechos e involucrando a otras personas en nuestro ensueño, creando un conflicto que en realidad sólo existe en nuestro interior. La meditación ayuda a trazar esta frontera y, de hecho, uno de sus objetivos es aprender a ver las cosas como realmente son.
“Todo lo que te molesta de otros seres es solo una proyección de lo que no has resuelto de ti mismo” (Buda).
“No vemos a los demás como son, sino como somos nosotros” (Immanuel Kant)
“Muy a menudo, lo que encontramos difícil en los demás es precisamente aquello que no hemos resuelto dentro de nosotros mismos. Si lo hubiéramos resuelto inicialmente, nunca se hubiese convertido en un problema crónico” (Robert Dilts)

¿POR QUÉ TENEMOS PESADILLAS?

¿Por Qué tenemos pesadillas?


Pesadillas. Irrumpen en medio de nuestro descanso llevándonos a un mundo de tinieblas y sobresaltos. Ahí donde se esconden nuestros miedos más profundos. ¿Por qué ocurren? A menudo son situaciones llenas de angustia que aceleran nuestro corazón y que nos provocan auténtico pánico, agradeciendo siempre ese instante en que logramos despertar y huir de ellas. ¿Cuando son más recurrentes las pesadillas, en nuestra infancia o en nuestra madurez? Te lo explicamos.

1. ¿Qué son las pesadillas?

Las pesadillas son, sencillamente, sueños angustiantes.  Aparecen cuando nos encontramos en la fase de sueño más profunda, es decir, durante el movimiento ocular rápido o REM. Es en este instante donde las imágenes son más vívidas y físicas, ahí donde empieza a asomar el filo de la pesadilla. Dependiendo de cuánto tiempo estemos durmiendo, tendremos entre 4 o 6 ciclos de sueños por noche, entre los cuales, pueden surgir las pesadillas. Según los expertos, de hacerlo, aparecen justo en el último tercio del sueño.
Estamos seguros de que siempre recuerdas esa pesadilla que tanto pánico te produjo una vez. En especial cuando eras niño. Y es que, es en la infancia cuando más suelen abundar las pesadillas y cuando más nos impactan. Existe además otro dato a tener en cuenta. Para recordar una pesadilla debes despertarte en medio del sueño. Es decir, si enlazamos un ciclo tras otro sin despertarnos es probable que no los recordemos. También cabe decir que  para la mayoría de la gente, las pesadillas no es algo especialmente traumático. El 85% de nosotros las consideramos normales. 
curiosidades pesadillas

2. El miedo y la ansiedad

Los médicos nos dicen que  casi las 3/4 partes del contenido de los sueños nos provoca emociones negativas, y éstas, cuando son más intensas, se convierten en pesadillas. Cuando estamos sufriendo más estrés de lo normal en nuestra vida, cuando sentimos ansiedad o estamos preocupados por algo, es más habitual que las suframos.
Las pesadillas son representaciones oníricas de nuestros miedos. Imágenes surrealistas bajo las cuales, se esconden nuestros miedos y nuestras preocupaciones. Soñar que nos persiguen, que caemos al vacío, que sufrimos un accidente por ejemplo, encubren miedos personales y ansiedades de nuestra vida diaria. El cerebro traduce nuestro miedo interior en representaciones visuales encubiertas en nuestros sueños.

3. ¿A qué edad se tienen más pesadillas?

Tal vez te sorprenda, pero es en la infancia y en la adolescencia cuando tenemos más pesadillas, en especiala partir de los 5 años. Las explicaciones al respecto se basan en que es durante esta etapa vital, cuando estamos en pleno proceso de aprendizaje, ahí donde pueden aparecer tensiones, ahí donde las nuevas experiencias, miedos o ansiedades vitales nos persiguen aún más en el mundo onírico. Una vez llegados los 25, el nivel de intensidad de las pesadillas desciende.
pesadilla por que

4. Factores externos

Seguro que te ha pasado alguna vez. Estar en la cama y notar cómo una almohada está tocándote la espalda, y, al cabo del rato tener una pesadilla con que “alguien” nos está arañando la espalda. Y es que, si durante el sueño hay algo que nos causa  incomodidad, esto se puede traducir en una pesadilla. Escuchar ruidos, o incluso el estar resfriados y tener la nariz tapada, puede hacer que soñemos que nos estemos ahogando. El cerebro, esa máquina sofisticada y misteriosa, suele incorporar a su mundo todo estímulo que nos rodee en ese instante.
Y tú ¿Tienes alguna pesadilla recurrente? Cuéntanosla.
Además te dejamos uno de los artículos más terroríficos relacionado con los sueños: tu peor pesadilla,la parálisis del sueño.